El aplaudido hachazo de un restaurante de Barcelona a una «influencer» que quería comer gratis

Reconocedlo, vosotros también lo habéis hecho en alguna ocasión: el pecado del postureo. Todos nos hemos dejado seducir en alguna ocasión, o al menos hemos tenido la tentación, de caer en el aplauso fácil o la sonrisa cómplice de nuestros seguidores en Facebook, Twitter o —la red favorita para el postureo— Instagram. Claro, siempre habrá quien caiga en tu trampa…

Si en otros tiempos, hacía falta ser un auténtico triunfador para obtener la aclamación popular, hoy en día basta un perfil en una red social, unos cuantos selfies, una dosis de «sonrisas Profidén» y mucho tiempo libre para presentar una vida de triunfador.

Y al final de tanto fingir que se tiene una vida a todo trapo, se puede convertir en realidad: desde que las redes sociales irrumpieron en nuestras vidas, ha aparecido una generación de influencers a la que le pagan por subir fotos a sus redes sociales o su canal de YouTube, ya sea patrocinando ciertas marcas o sitios turísticos.

Muchos de ellos ofrecen sus servicios para ir a restaurantes u hoteles de manera totalmente gratuita, o con algún tipo de beneficio especial, a cambio de hacerles buena publicidad. Se trata de un trabajo de promoción sin más, que incluso ha sido bien acogido por ciertas empresas, pero hay muchos otros reacios a estas nuevas prácticas.

Por ejemplo, los responsables del The White Moose Café, un hotel de Dublín, Irlanda, que recibió hace unos días por correo una petición de la youtuber Elle Durby solicitando una estancia de 5 noches gratuitas a cambio de hacerles publicidad… y que se encontró con un ZASCA memorable por parte del establecimiento.

Ahora ha sido el restaurante Topik, situado en Barcelona, quien ha denunciado a través de Twitter un mensaje de una influencer que quería comer gratis a cambio de publicar una fotos en sus redes sociales.

«Mi nombre es Leila, tengo 27 años y vivo en Suiza. He estado muy activa como influencer en el último año y ahora estoy viajando como influencer y publicando fotografías en mi cuenta. ¿Tienes alguna oferta? ¿Comida o bebida gratis o algún descuento? Normalmente viajo con amigos y me gustaría tener una oferta para todos», pidió la joven.

«No tenemos descuento, lo siento», fue la cortante respuesta del restaurante a la joven.

Poco después, el restaurante hizo una captura de la conversación y la subió a Twitter:

«Niños de 27 años pidiendo si les regalas comida o les haces descuento en tu negocio,se denominan influencers, de nuestra casa viven 7 familias, pídele dinero a tu padre.»

Por cierto, que el tuit ha generado un intenso debate en las redes, entre los que aplauden el mensaje del restaurante, y los que consideran que lo que hacen estos influencers es, bueno, promoción de la de toda la vida.

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